viernes, julio 07, 2006

Río de Día / Río de Noche

Además de que esta ciudad es linda, muy muy linda una de las cosas que más me llama la atención como tiene una energía increíble tanto de día como de noche…

Ayer después de la playa comenzó a nublarse así que tuvimos la perfecta excusa para hacer algo de compras, donde lo que más me llevo es música y lectura, así como para unos 8 meses que es aprox. cuando pienso que me gustaría volver.

En la noche fuimos a un restaurante “porcão” frente al Pão de Açúcar… y el nombre que vendría a ser puerco grande definitivamente tenia que ver con la cantidad de comida que daban, era un tenedor libre con todo tipos de carnes, mariscos y hasta sushi. Fuimos con Marcelo Duarte a quien tratamos de evangelizar o canutear en cuanto a las maravillas de respetar el balance entre calidad de vida y trabajo, no se si tenemos algo de calidad moral… después de todo entre trabajolicas y medio neurótica no estamos tan libres de pecado como para tirar ni la primera ni la segunda ni la última piedra…

Llegamos al hotel con algo de ganas de salir a carretar con Priscila y con algo de ganas de dormir… gano dormir… entre otras porque llovía a cantaros y merenguitos nos podriamos haber derretido con tanta agua…

En la mañana pese a nuestras predicciones amaneció con algo de sol, no mucho como para que la playa se haya secado así que en vez de doblar en la esquina hacia la izquierda, es decir camino a la playa, doblamos a la derecha y nos fuimos a caminar por la Lagoa… creo que ha sido uno de los paseos más energizantes que se puedan imaginar… después de caminar 1500 mts arrendamos un triciclo y dimos la vuelta completa a la laguna… prefería que la Luli manejara… cualquier semejanza con la Tati de siempre es absolutamente rasgo de personalidad… iba de copiloto que es una de las posiciones que más me gustan a la hora de andar en auto… pero era una forma distinta porque igual tenia que pedalear y como hacia eso, naturalmente, quería tomar decisiones, delante de mí había una especie de manubrio que no servia sino para poner las manitos, así que pasaron varios minutos en que me ponía tensa tratando de cambiar el rumbo hasta que decidí definitivamente confiar… me dedique a sacar fotos y pedalear… creo que esta es una actividad fantástica para hablar de trabajo en equipo, es decir hay un líder, pero el que esta de lado también es importante porque sino mover el triciclo se hace bien pesado… (ese fue el momento lucido del día) Luli iba fascinada con la campanita y la tocaba como loca para que nos dejaran pasar, arrendamos media hora pero en realidad hicimos la vuelta completa de la laguna y nos tomo cerca de una hora (7400Mts). Cuando llego el momento de bajarse del triciclo me acorde de “Bridget Jones” que después de un tremendo filo se pone ha hacer bicicleta y se cae una vez que se baja… esa imagen me atormentaba porque teníamos las piernas medio acalambradas… así que nos bajamos despacito con la promesa de un taxi para volver al hotel… pero fuimos grande y caminamos de vuelta… 1500 mts… esta cosa que los metros estén escritos en la calle la hacen sentirse grande a una en cuanto a lo que avanza…
Fue un paseo increíble porque es un lugar muy lindo, porque una se llena de energía porque nos lo conversamos todo y porque sacamos un millón de fotos para que conozcan la laguna en todos y cada uno de sus ángulos…

A la hora de almuerzo fuimos con Priscila y su papá a Santa Teresa. Luego nos fuimos a Copacabana a la casa de Pri y volvimos al hotel para arreglar las maletas…
Ahora supuestamente vamos a ir a un bar en Santa Teresa a tomar las ultimas caipirinhas. Tenemos listo el taxi para que pase por nosotras a las 5:30 para estar en el aeropuerto a las 6:00.

Si alguno de mis hermanos lee este correo antes de mañana a la hora de almuerzo… please avísenle a la mamá por si me quiere ir a buscar al aeropuerto a eso de las 13:00… y díganle que para el almuerzo evite al ajo en cualquiera de sus formas, tenga listo un pebre... a menos que vayamos a almorzar con el papá por el día del Padre… no se, vean ustedes que onda y me cuentan…