Hoy cómo todos los lunes fui a comer a la casa de mi papá. Al llegar allá Cecilia me paso un montón de papeles con un clip en forma de corazón y un libro…
Recordaba el clip con forma de corazón y empecé a revisar los papeles, muchos de ellos ya no tenían importancia, como la apertura de mi primera cuenta corriente, garantías de electrodomésticos que ya no existen, un post it con una dirección web para subir notas cuando era ayudante en la universidad… y cartas…
Una carta de mi hermana Melissa donde ella me hablaba de como lo estaba pasando en su intercambio en Alemania, de la Carola Effa, cuando estaba haciendo su intercambio en Salamanca, una tarjeta de cumpleaños de mi Abuela Elena que se inspiro en la imagen de tarjeta para escribirme cosas preciosas como siempre lo hacía, un feliz cumpleaños de mis amigas, la Luli y la Cris, donde en ese entonces el tema de cumplir años al parecer era un tema, y solo tenía 23… y una nota de mi papá.
Estoy viendo la nota de mi papá sobre mi velador al llegar de la universidad, y la imagen la puedo recordar, yo vivía con él y seguramente habíamos peleado durante la comida de la noche anterior… estoy volviendo de la universidad y me encuentro con el siguiente mensaje:
Tatiana: Nunca has estado lejos de mi corazón y quizás por tenerte siempre a mi lado debas soportar mis gruñidos.
Sin embargo derramo hacia ti mi cariño aunque no sea un torrente es un poquito de ternura
Alejandro
Papá, estoy segura que cuando lo leí en su momento te llamé para decirte que te quiero mucho… 10 años después y habiendo encontrado esta nota, lo vuelvo a decir….
Papá, te quiero mucho!
Quiero contarles aventuras, de cosas simples, de cosas divertidas, de viajes… en fin de lo cotidiano y glamoroso que nos puede pasar cualquier día.
martes, agosto 12, 2008
domingo, agosto 10, 2008
The Real “Principe Azul”

La semana pasada volví a mis cursos de Psicología Jungiana, con todo lo que esto me moviliza… este final de semana y recordando temas anteriores revisados con Francisco Alocolado, se me vino a la cabeza la carta del Caballero de Copas y el significado del Príncipe Azul.
El Príncipe Azul, o el Caballero de Copas, es el hombre con que todas las mujeres alguna vez en la vida soñamos, nos lo describieron en cuentos, el salvó a la Bella Durmiente con un beso, a Blanca Nieves, a la Cenicienta…Lamentablemente en nuestra adolescencia y tal vez cuando comenzamos nuestra vida adulta, nos damos cuenta o nos informan que el Príncipe azul no existe, que es parte del folclore popular y lo que hay es lo que vemos deambular por el mercado local…
Yo tengo mis dudas al respecto y por un momento quiero creer que el Príncipe Azul si existe, tal vez, no sea el hombre de nuestras vidas, y el “Felices para siempre” sea la fantasía…. Pero permítanme contarles un poco acerca de él…
El Príncipe Azul tiene unos ojos cristalinos y curiosos, tiene una mirada con la que intenta descubrirte en cada momento, es un hombre culto, inteligente, y es capaz de envolverte en conversaciones que tienen que ver con lo concreto y con lo no concreto también, sientes, cuando estás con él, que te protege, en lo físico y en lo emocional, es capaz de hacerte reír y emocionar todo en un mismo momento.
El no se queda en el sueño o la fantasía de la cabaña, una chimenea y una copa de vino en una fría noche de invierno, el lo hace concreto y sabe construir un momento perfecto, es un joven que se toma el tiempo necesario para seducir, es un joven que cuida tu sueño… es un joven que es capaz de construir momentos mágicos…
Es apasionado, seductor, romántico, intenso y cuidadoso del objeto de su cariño…
El Caballero de Copas como todos los caballeros, es un joven, con toda la potencialidad de convertirse en rey, audaz, intenso, apasionado, atento, entusiasta, curioso.
Después de esta descripción, se que muchas dirán y se aferraran a la idea que tenemos incorporada desde hace mucho tiempo de que “El Príncipe Azul” es un personaje que no existe, que esta al lado de Conejo de Pascua y el Viejo Pascuero o un abogado honesto (jajaja) sin embargo mi invitación hoy es a creer, a creer por un momento , que existe y que por una de esas cosas mágicas de la vida en algún momento nos vamos a encontrar con él, y nos sentiremos felices, y como con cualquier Caballero del Tarot, no sabremos si su aparición durará mucho o poco en nuestras vidas, sin embargo con él podremos tener experiencias increíbles y disfrutar de algunos momentos con “The Real Príncipe Azul”
El Príncipe Azul, o el Caballero de Copas, es el hombre con que todas las mujeres alguna vez en la vida soñamos, nos lo describieron en cuentos, el salvó a la Bella Durmiente con un beso, a Blanca Nieves, a la Cenicienta…Lamentablemente en nuestra adolescencia y tal vez cuando comenzamos nuestra vida adulta, nos damos cuenta o nos informan que el Príncipe azul no existe, que es parte del folclore popular y lo que hay es lo que vemos deambular por el mercado local…
Yo tengo mis dudas al respecto y por un momento quiero creer que el Príncipe Azul si existe, tal vez, no sea el hombre de nuestras vidas, y el “Felices para siempre” sea la fantasía…. Pero permítanme contarles un poco acerca de él…
El Príncipe Azul tiene unos ojos cristalinos y curiosos, tiene una mirada con la que intenta descubrirte en cada momento, es un hombre culto, inteligente, y es capaz de envolverte en conversaciones que tienen que ver con lo concreto y con lo no concreto también, sientes, cuando estás con él, que te protege, en lo físico y en lo emocional, es capaz de hacerte reír y emocionar todo en un mismo momento.
El no se queda en el sueño o la fantasía de la cabaña, una chimenea y una copa de vino en una fría noche de invierno, el lo hace concreto y sabe construir un momento perfecto, es un joven que se toma el tiempo necesario para seducir, es un joven que cuida tu sueño… es un joven que es capaz de construir momentos mágicos…
Es apasionado, seductor, romántico, intenso y cuidadoso del objeto de su cariño…
El Caballero de Copas como todos los caballeros, es un joven, con toda la potencialidad de convertirse en rey, audaz, intenso, apasionado, atento, entusiasta, curioso.

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