
Reconozco que este puede ser un descargo en contra de tolas las miles de promesas rotas las cuales he vivivdo en estos ultimo años… y como a través de diversos métodos, todos medios embaucadores, logran de cosas, favores, regalos, tiempo, etc, etc etc.
Nunca tuve problemas con el entregar, ser comprometida, apoyar, pero lo que me parte el alma, es hacer cosas con una promesa detrás, una promesa que desde el momento en que nos damos las manos, sospechamos que estamos siendo embaucados en algo que no queremos…
Te prometo que nunca más, te prometo que voy a hacer tal cosa, te prometo que… sabes, no prometas nadas a menos que de verdad puedas cumplir, me gustaría que viviéramos en una sociedad donde las cosas sean transparente… no me digas cosas que no son, no me cuentes cuentos!!! Ya los oí todos!!! Entonces juguemos al juego de la verdad?
No nos engañemos, “no nos veamos la suerte entre gitanos” han sido frases que me han gustado siempre, hablemos de frente, con respeto, mirándonos a los ojos…
Algunas veces me he sentido engañada, promesas, insinuaciones, te hago creer que… sabes, no me gusta!!! No me gusta sentirme estafada, no me gusta que me cuenten cuentos, la frase “Me engana que eu gosto” últimamente se me hace especialmente fuerte… Porque caigo una y otra vez, y ni siquiera da para que me moleste con el otro, porque la que acepto el “deal” fui yo, sola, creyendo cuentos, si, pero solita me puse en situaciones que me terminaron doliendo, que me arrancaron lagrimas, que me hicieron caer!...
“me engana que eu gosto” fue lo que dijo Charlie Brown en esta figura, sabiendo desde el primer momento que iba a salir mal…
Si alguien lee alguna vez este mensaje, en esta botella, le propongo que sea frontal, que no juegue, sobre todo si alguien puede salir herido, diga la verdad, mire a los ojos y sea claro, diga en voz alta la letra chica, sobre todo cuando las personas se están jugando sus sentimientos en el “Deal”.