sábado, mayo 03, 2008

El problema de la lógica de los Argentinos.



Nos levantamos más temprano que nunca, era de noche de hecho, eran las 3:30 y aunque no lo crean las calles ya estaban puestas en su lugar, suena mi celular, 30 minutos antes de lo previsto, el taxista había decidido madrugar… pasamos a buscar a la Luli y nos fuimos al aeropuerto… hacía mucho frío… como nunca busque el Starbucks, necesitaba mi Late con un shot de café, leche descremada y extra hot… pero no habrían hasta las 6:00, hora en que ya habíamos embarcado.

El vuelo nos permitió ponernos al día en cuanto detalle se puedan llegar a imaginar, hasta que comenzaron las turbulencias… y puchas que se movía el avión, así que decidimos dejar la chachara para después y dormir un rato. Llegando al Aeropuerto nos esperaba nuestro transfer y nos trajo al hotel en Lavalle con Florida, donde subimos las maletas a una habitación chica pero cómoda. Ordenamos tres cosas y así saladitas como estábamos salimos a recorrer los alrededores, primero la calle Florida, Galerías Pacifico, donde nos tomamos el mejor cafe yo y chocolate la Luli del mundo… yo pienso que era la guata pegada a la espalda y la hora que se nos confundía de la merendina con el almuerzo.
Como nuestro objetivo es bien banal, volver más bellas, partimos a un Shopping, Abasto, donde comenzamos nuestro plan de compra, objetivo: ropa “Trendy” cosas lindas que por ahí no habíamos visto en las colecciones que se exhiben en Santiago.
Caminamos todo lo que era posible caminar, yo la desubicada con tacos de 10 cm, la Luli con bastante mejor cara con zapatillas… el que sabe sabe…

Poco a poco hemos comenzado a descubrir que las cosas que creíamos operan con una lógica no necesariamente operan con la misma lógica aquí… por ejemplo, los porcentajes… nos regalaron unos cupones de descuentos que podíamos usar en las tiendas presentando nuestro documento de identidad chilensis, y en una tienda donde compramos algunas pilchas la Luli y yo, la vendedora decide que nos va a hacer una única boleta para usar un único cupón, el tema es que nunca entendió la pobre vendedora que hacer un 10% de descuento sobre cada prenda es exactamente igual a aplicar un 10% sobre el total de la compra, para hacer de esto un deporte aventura, la Luli pagaba con efectivo y yo con Tarjeta, la vendedora estaba súper mareada, “pero a ella le voy a hacer más descuento que a vos” le decía a la Luli…. “Dah… ella está comprando prendas que son más caras”.

De vuelta al hotel, nos encontramos con mensajitos de la Priscila, con quien nos deberíamos estar juntando a comer de aquí a poco. Y con Facu, quien nos convido a almorzar el jueves, como podrán ver de inanición no nos vamos a morir…

De vuelta también nos dimos cuenta que la tele no funcionaba, reclamamos y hasta ahora solo falta que venga un ingeniero de la nasa a enchufar, desenchufar, volver a enchufar la tele y llegar a la misma conclusión que llegamos hace muuucho rato…. “la tele no funciona”, el tema es que nos explican que nos tienen que cambiar de pieza, les hemos dicho en todos los tonos que vayan a la pieza que está desocupada y que si tiene tele operativa y cambien el aparato, que para nosotras hay un costo asociado de levantar campamento para movernos de un lugar a otro y que finalmente no es tan grave estar sin tv… después de dimes y diretes la Luli se rindió diciendo que mañana nos cambiamos de habitación, con la secreta esperanza que aparezca un alguien que entienda la otra lógica, la que estamos acostumbrados, esa donde los porcentajes funcionan y donde hay una solución “client oriented”.

Por ahora y con hambre esperamos que aparezca la Priscila para ir a celebrar su cumpleaños!

Después les sigo contando.

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