Nosotras, las de entonces ya no somos las mismas…

Recuerdo con nitidez mis días de universitaria, y mis amigas, mis dos grandes amigas… esas amistades que comenzaron en primer año y duraron para siempre…



Creo que éramos lindas, inteligentes, veníamos de lo que se llama “buenas familias” si es que existen familias mejores que otras, veníamos de “buenos colegios”, bilingües al menos, nuestros padres se esforzaban para darnos todas las herramientas del mundo para que tuviéramos éxito en esta vida… si es que de alguna manera se puede definir el éxito… Matko Koljatic hablaba en su discurso de los alumnos de primer año de cómo nosotros estábamos destinados al éxito, de que miráramos a nuestro alrededor porque sentado a nuestro lado estaba el próximo director de XYZ compañía, nos hacia recordar a nuestros compañeros de colegio que les habría gustado estar en ese auditorio y no lo habían logrado… éramos lo top del momento… y por un momento, quien sabe, por un segundo, lo creímos!


Han pasado los años, y no sé si la vida como la imaginamos entonces nosotras tres, se nos presentó tal y como la queríamos… lo más probable es que no, lo más probable es que hemos derramado un monte de lagrimas, nos dimos cuenta de cosas que importaban más que ser el porcentaje de la sociedad más aventajado.


Cuanto habrían dado nuestros padres que tanto invirtieron en nosotras para ahorrarnos un par de lagrimones de cocodrilo, cuanto!!!


Y ahí estamos las tres amigas, cada una en lo suyo, cada una aprendiendo a nadar con el más puro estilo perrito, tratando de no ahogarse, tratando de salir adelante en esta vida… alguna ambiciona ser directora de Falabella? Tango la intuición que no…. Alguna se cree el cuento de que somos de la porción aventajada de la sociedad? Por lo que invertimos en psicoterapia y principalmente por temas de autoestima… estoy casi segura que no…


Entonces recuerdo nuestras caras, nuestros trasnoches, nuestros estudios, y nos miro hoy, y veo los dolores que tenemos hoy, lo que dicen nuestros ojos hoy, tal vez más lindas, tal vez más sabias y definitivamente menos inocentes… nosotras las de entonces… no somos las mismas!






Las quiero mucho Luli y Cris!