jueves, julio 24, 2008

Hay un elefante blanco caminando sobre la mesa

El titulo de esta entrada parece raro, pero a veces nos pasa que hay “grandes temas” de los que no hablamos y nos hacemos locos, tan locos y tan poco sano como estar sentados en una mesa, ver un elefante blanco caminando entre nuestros platos y aún así no comentarlo, y hacer como si nada con un “Me pasas la sal”

Temas de los que no se puede hablar, temas de los cuales nos morimos de vergüenza tocar, temas, temas los cuales no estamos preparados para enfrentar…

- Me estás siendo infiel?
- Si desde algún tiempo…
- Y que hacemos ahora?
- No tengo idea, pero es altamente probable que te siga siendo infiel... y tu?
- Yo no, no tengo el coraje, pero creo que te lo mereces… lo que me pasa… es que pese a que no quiero estar contigo, me da terror estar sola en este mundo, por lo tanto, sigamos así, yo pudriéndome por dentro y tu siendo infiel…

Que hacemos con esa información? Te mato?, nos alejamos para siempre? Que hacemos con eso? Y lo peor de todo… sabré vivir sin ti?...
Lo peor de las infidelidades es que prontamente todos lo saben, la pareja y el o la amante, y entre ellos arman una complicidad donde nadie toca el tema… y por dentro van pasando cosas, se van haciendo daño, se van aterrorizando con este elefante que toma dimensiones desproporcionadas… pero hablar de esto implica tomar decisiones, decisiones que sentimos nos quedan grandes y que no estamos en condiciones de enfrentar, y seguimos actuando “cómo si nada”, con un dolor y una amargura que nos va quitando la alegría de vivir… cualquiera sea el papel que te toque jugar en este triangulo…

- Papá, quiero dejar de estudiar Ingeniería…
- Y que quieres hacer entonces?
- No se, me gustaría dedicarme a maquillar personas.
- Pienso que deberías ver un especialista…

Uff una crisis vocacional, no estoy preparada para hablar de eso hoy, tal vez mañana… cuando lo tenga más armado, quien sabe… me pasé por lo menos un semestre pensando en como enfrentaba a mi papá… como le hablaba del elefante blanco que había en mi cabeza…

- dime una cosa…. Eres gay?
- Parece que si
- Ahh, ahora entiendo por que llevamos meses saliendo y todavía no pasa nada

Jajaja imposible de abordar, mejor “pásame la sal” y dejemos al elefante blanco caminar tranquilo sobre la mesa…

Se que hay una infinidad de temas sobre los cuales preferimos hacer la “vista gorda” y dejarlos pasar y creo que es licito ir pensando en que batallas son las que vale la pena dar y cuales no… la invitación es pensar que elefantes podrían llegar a tomar dimensiones insospechadas, tan grandes que terminen ocupando nuestro espacio vital… la infidelidad y la incapacidad para terminar una relación que está basada en algo distinto que un amor, un trabajo que nos hace terriblemente infelices o con el que no comulgamos éticamente pero en definitiva “es lo que hay y lo que nos da para vivir”, ver a personas queridas boicotearse y tal vez el elefante blanco más grande de todos, el que dejamos de ver porque ya es parte incorporada de nuestro paisaje o porque hemos perdido la capacidad de verlo… las cosas que hacemos por auto-boicotearnos desde quedarse en pana de bencina antes de un acontecimiento importante, subir de peso para esconder nuestros miedos, salir con las personas equivocadas porque no estoy lista para enfrentar una relación que de verdad valga la pena, quedarse dormida en la mañana, no escuchar a tu intuición… desde las más simples hasta las más perversas…

Ver el elefante, es el primer paso, después de eso, hay que hablar de esto y tomar decisiones al respecto… la idea es que no crezca de una forma que luego no nos deje respirar, la idea es identificarlo y abordarlo, con gracia, con gentileza y con amor, por que no decirlo…
A veces no vamos a ser capaces solos, es licito pedir ayuda, hay muchas personas en nuestro entorno que nos quieren y nos respetan pese a que nos mostremos más frágiles en algún momento, y ser generosos de vuelta con quienes necesiten de nuestra ayuda para enfrentar sus elefantes blancos…

La imagen para esta entrada es esa, imagínense sentados en una mesa con alguien, con quien quieran, y sobre la mesa, ven caminar un Elefante Blanco, está vivo, mueve su trompa y se acerca a tu plato, camina al lado del florero entre el salero y el pimentero… díganme, esta situación no es tan atípica que definitivamente tendríamos que hablar acerca de lo que está pasando sobre el mantel?..., pues bien hay temas que son así de evidentes, de los cuales tenemos que hablar y los cuales tenemos que abordar para crecer nosotros como personas, para liberarnos y para que este elefante no se vuelva inmanejable.

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